¿Son los diseñadores los verdaderos responsables del 80% de la huella medioambiental de un envase?

La "estadística" de que el 80% del impacto medioambiental de un envase se determina en la fase de diseño se repite con tanta frecuencia que se ha convertido en una verdad aceptada. No sólo es una creencia que ha calado en el mundo del diseño, sino que también lo citan académicos, grupos ecologistas e incluso gobiernos. Pero si se empieza a indagar en la historia de esta cifra, resulta evidente que las cosas no están tan claras.

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La afirmación del 80% aparece por todas partes, y no sólo en los círculos del diseño. La fundación ecologista Ellen MacArthur la utiliza para vincular la idea de eliminar residuos mediante el diseño de un producto.

También puede encontrarse en artículos académicos (como este sobre diseño de productos y medio ambiente de la Universidad Técnica de Dinamarca). Incluso se utiliza para justificar la legislación: la iniciativa de diseño ecológico de la Unión Europea para reducir el impacto ambiental de los productos tiene la figura en primer plano.

Pero hay un problema: ninguna de estas prestigiosas organizaciones proporciona una fuente para la afirmación. ¿De dónde procede la estadística? Paul Foulkes-Arellano, fundador de Circuthon Consulting, que asesora a marcas sobre innovación circular y sostenibilidad, buscó recientemente una respuesta.

La idea se remonta al informe anual de 2002 del Consejo de Diseño del Reino Unido. Pero el informe no aporta datos que respalden su afirmación. Como señala Foulkes-Arellano, ¿cómo determinó el Consejo de Diseño que el 80% se debía al diseño, mientras que el 20% se debía a otros factores (fueran los que fueran)?

Es posible que la cifra se derivara de una idea de los años 70 (también originada en el Consejo de Diseño) según la cual el 80% del diseño de un producto determina el coste de fabricación. Aunque pueda parecer más razonable, también es dudoso en qué se basa esa afirmación (ya en 1993 un documento del Instituto Tecnológico de Massachusetts cuestionaba la validez de esta estadística). Algunos se remontan a un estudio de Ford, otros a un informe del Consejo Nacional de Investigación de EE.UU., aunque ninguno cita fuentes (véase este debate entre académicos que intentan encontrar el origen último de la estadística, y no lo consiguen).

Al final, es imposible encontrar una fuente fiable o pruebas objetivas que justifiquen la afirmación de que el 80% del impacto medioambiental de un producto se debe al diseñador. Al fin y al cabo, hay toda una serie de factores socioeconómicos que escapan al control del diseñador.

Por ejemplo, la reciclabilidad de un producto diseñado para ser reciclado depende de si existe una recogida adecuada para el reciclado, unas instalaciones de procesamiento apropiadas y si hay un mercado para el material reciclado.

"'Diseñar para reciclar' es un sinsentido para muchos diseños. No tiene en cuenta las consecuencias de las decisiones posteriores al diseño tomadas por los departamentos de compras, operaciones, gestión, etc."

Paul Foulkes-Arellano, fundador de Circuthon Consulting

En la actualidad, cada vez hay más iniciativas destinadas a abordar cuestiones de sostenibilidad y reciclaje. Las empresas están fijando objetivos medioambientales ambiciosos: en una encuesta mundial de McKinsey realizada en 2022 entre compradores de envases, el 75% de las organizaciones afirmaron haberse comprometido a utilizar envases sostenibles. Mientras tanto, las tasas de reciclado de papel y cartón son altas (71,4% en 2022 en la UE, según un informe de la Confederación Europea de Industrias del Papel).

Así pues, aunque los diseñadores tengan algo que decir, basado en el diseño, sobre el posible impacto medioambiental de un envase, todos los factores anteriores quedan claramente fuera de su influencia y es imposible no llegar a la conclusión de que la regla del 80% sea falsa. En realidad, son los gobiernos, los reguladores, las organizaciones empresariales y las corporaciones quienes tienen el poder real de determinar el impacto medioambiental de un producto.

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